lunes, 19 de diciembre de 2011

DE RISA

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Ya puestos, uno no sabe si reírse con la boca torcida, abierta o a carcajada batiente; lo que sí, es que de reír se ríe. El vídeo, aunque visiblemente cómico, no ha sido filmado como tal sino todo lo contrario, a menos que el propagandista del gobierno haya querido mofarse con ganas. Lo cierto es que, sea lo que sea, a ese no lo censuran.
Habrá quien no le vea el lado cómico, que la estupidez no tiene fronteras, solo hay que recordar la puesta en escena del cadáver de nuestro viejo dictador. La diferencia es que el castellano viejo siempre ha sido sobrio en sus despedidas y disimula su lloro, quizá por vergüenza o el qué dirán.

Todo parece indicar que el sucesor será su hijo, que más o menos tiene la misma cara. Es bueno avisar que los coreanos no suelen tener la de este tipo, del mismo modo que no todos los árabes tienen la de Osama o los españoles la de "El Cordobés". Que seguro ya hay quien se confunde.

Y hablando sobre la estupidez humana, mira por dónde, hoy he recibido de mi amiga "la Dama" una fábula estupenda, tanto que me permito publicarla, que habla de un país donde abunda la majadería y la estupidez:


        LA FÁBULA DEL FUNCIONARIO MALVADO  
Erase una vez una nación dónde todo el mundo era feliz, donde un nene semianalfabeto sin la ESO se ponía a apilar ladrillos y ganaba 4000 euros al mes, donde los ministros se entretenían encargando estudios estúpidos sobre la reproducción de la lagartija espongiforme, donde a la oposición le regalaban trajes y se iban a puticlubs con los gastos pagados por el ayuntamiento de turno, donde en el Senado se ponían traductores, donde el mago bueno ZP cuidaba de todos, donde todo era feliz y feliza (por aquello de la igualdad).

Pero en este bonito país no todo era perfecto, había un malvado llamado "El funcionario", vago entre los vagos, tomador de cafés y fumador de cigarros, de trato desagradable, forrado y sinvergüenza, que vivía de lo robado a los honrados banqueros y políticos, a los honrados curritos que no defraudaban (sólo preguntaban con IVA o sin IVA).

Pues bien, nuestro protagonista el albañil, que era un tierno obrero salido de un instituto, con 18 años y sin aprobar ni el recreo, llamado Jonathan, volvió un día del tajo y decidió comprarse un BMW serie 3 con el Pack Sport de llantas tuneadas, le puso fluorescentes y un equipo de música con subwoofer, y una casita pareada.

En el banco, el señor director, muy amable le prestó el dinero sin ningún problema, mejorando su petición para que se diera un homenaje en la Rivera Maya.

Pasó el tiempo y un mal día a Jonathan lo echaron del curro. ¿Con qué iba a pagarse sus vicios y, sobre todo, su BMW? Apurado fue a ver al sr. director del banco, que, muy simpático él, no pudo ayudarle, a pesar de que se desvivía por los necesitados. El sr. director, compungido al ver que Jonathan no podía pagar y que el no cobraba, fue a ver al mago bueno, a ZP.

Mientras.... el malvado funcionario seguía trabajando en la sombra, envidioso él de nuestro amigo, que no tiene estudios y dilapidaba los euros que ganaba.

Un buen día, a nuestro mago bueno ZP lo llamó papá Obama y mamá Merkel y le dijeron que esto no podía seguir así.

La solución estaba clara, salvar a Johnny y fastidiar al malvado. Le bajamos el sueldo al despreciable funcionario y ya está.

Secuencia: Jonathan no paga lo que debe al banco, el banco no cobra, el banco le pide pasta al Gobierno, el Gobierno se la da quitándosela al funcionario; o sea, el BMW y la casita lo paga el funcionario con su 5%. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Debo reconocer que esta fábula me ha ido de perlas. Hace nada, un tipo de esos que conozco del bar de la china, ese de los menús a 7'95, se quejaba de lo mucho que cobran los pilotos.
-No hay derecho -me dice.
-Pues la Constitución, esa que votaste sin leerla, lo dice muy clarito.
-Ganan mucho, según cuentan 3000 euracos.
-Claro, algo menos de lo que hace unos años cobraba tu hijo por poner un tocho sobre otro, y entonces no te quejabas. Y conste que esos han tenido que estudiar la leche y pagar una pasta, o hacer de cowboy en Iraq con los aviones del ejército.

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1 comentario:

  1. Lo has clavado. En mi barrio abundan los jonatanes que, cuando empezaron a poner pladur y sacar un pastizal que repartían entre el BMW y la farlopa, se reían mucho de sus compañeros de colegio que habían seguido estudiando o eran ya mileuristas. Ahora los mileuristas ríen mejor. Te enlazo en el feisbuk.

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