viernes, 30 de octubre de 2009

LA OMERTÁ CATALANA

El oasis catalán ha desaparecido, eso dicen los periodistas, aunque lo cierto es que nunca había existido. Lo de oasis se lo habían inventado ellos.
Si se investigaran todas las ciudades y pueblos de Catalunya no habrían cárceles suficientes para meter a los alcaldes, concejales y secretarios corruptos.
Prenafeta, Macia Alavedra... y los que vendrán. Despachos de abogados de los antiguos consellers, sus amigos, sus familiares... toda la trama que tan bien tejieron los que medraron durante el pujolismo.
Manuel Cuyás escribe sus memorias y se relame, en plan payaso, de su relación con el Molt exHonorable. Dice que se siente hormiga a su lado. No lo dudo. Solo con escucharlo se entiende. También que son tan importantes los silencios como las palabras y que esos solo pueden entenderlos los inteligentes.
Paprruchas. Los silencios siempre son producto de lo que no se quiere contar por cobardía o porque lo que se sobreentiende es incierto. Pujol nunca contará sus traiciones, su política de derribo y destrucción, los negocios de sus hijos, de sus amigos... o, por lo menos, no contará la verdad. Y es que de hacerlo no veas como se pondría Garzón de contento.
Despachos de abogados... supongo que Roca debe estar temblando. ¿Habrán gravado mis conversaciones? Estará preguntándose.
Políticos de CIU, alcaldes socialistas... –que no debe extrañarnos, ya que la mayoría lo son-
Dicen que debemos confiar en los políticos, que no todos son iguales...
Pues tranquilos. Eso tiene solución. Regulamos la financiación política e igualamos la corrupción con el terrorismo y seguro que lo arreglan. Pero no... ¿Cómo van a hacer eso?
Dicen que los corruptos no caben en el partido, pero Sala aún corretea por allí y vigila que nadie sobresalga demasiado. Pero no... según ellos Sala no se enriqueció. Sólo lo robaba para el partido, para financiarlo. El tipo no se quedó un duro. Y es que aún hay clases, ladrones y ladrones...

Aznar dice que hay que solucionarlo, que en su tiempo eso no pasaba. Y me río... Lo de la boda de la hija de Millet es pecata minuta comparado con el de su hijita y el Agag.
CIU dice que es inocente, pero ni a tiros devuelve la pasta que Millet tuvo a bien regalarle. Pasta de miles de personas que la donaban para el bien de la música, de empresas e instituciones... Cómo la van a devolver si ya se la han gastado nadie sabe con qué. Además... hacerlo sería reconocer que no deberían haberla pedido.
El PSC calla, no critica, no fuera que mañana les toque a ellos. Nadie sabe las grabaciones que Garzón guarda en su despacho. La fundación sí, esa quiere que CIU devuelva la pasta, seiscientos treinta mil euros, más de cien milloncejos de las antiguas pesetas, una bagatela que nadie sabe dónde está.

A Maciá Alavedra lo conocí en el Círculo ecuestre. Qué casualidad... el mismo lugar en que Aznar daba su conferencia redentora. Hace ya muchos años, Maciá era conseller de economía. Después vinieron los tiempos en que Solbes, ese tan listo, cogía el puente aéreo para despachar con él y recibir sus instrucciones de cómo llevar la economía.

Gracias a Solchaga, defenestrado por la pérdida de mayoría absoluta, nos habíamos convertido, según él, en un país de camareros. El paro campaba por el país y la gente erraba por las calles sin seguro de desempleo. El ministro de turno se jactaba que la seguridad social cada día era más rica. Los españolitos, los que tenían la suerte de tener un buen negocio, se gastaban los cuartos en Nueva York. Allí nos decían “los de dos en dos”. Y es que los españolitos, deslumbrados y ricos por una peseta hinchada, compraban los artículos por parejas.
Maciá Alavedra enderezó la situación. El paradigma del buen hacer, de la seriedad, de la industria...
¡OH! Horror.
Ya no se respeta nada.
El castillo de naipes tan bien montado por Pujol, se derrumba sin remedio por el peso de su propia basura.
Este lunes, el papá Jordi recomendó que dejara de removerse la mierda de la financiación política, que todos podrían salir salpicados y eso no es bueno para la democracia. Y pienso que lo insano es hacer caso omiso y seguir igual, robando. Me pregunto qué interés puede tener papá Jordi en que todo siga igual.

Montilla dice que hay que creer en los políticos y su trabajo, que no desesperemos y que la corrupción es cosa de pocos. Mientras tanto los hermanos de Carod Rovira, Pascual Maragall y Joaquim Nadal han sido nombrados secretarios generales con un sueldo de ciento doce mil euros de nada, cuarenta mil más que sus colegas del anterior gobierno de la Generalitat.
Me avergüenzo de ellos como la mayoría, me repugnan y asquean...

Pero no desesperemos, somos catalanes y hasta eso lo hacemos educadamente, sin perder la compostura.
No gritamos ni culpamos a la policía y a los jueces, no nos declaramos víctimas de persecución política ni de conspiraciones extraterretres.
Somos catalanes, y aunque eso ya no sea un oasis, no montamos vodeviles como los madrileños, mascletás como los valencianos o ferias como los andaluces. Somos ladrones como ellos, pero sosos a parir.

1 comentario:

  1. Recuerdo, allá por el 1992 famoso, que un tío mío (andaluz empresario en Catalunya) me comentaba sobre lo habitual del 3% en los Ayuntamientos...

    En todos lados cuecen habas...

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